Resulta más que interesante, atender a las palabras de los grandes creadores sobre el sentido de su propia práxis. En esta ocasión recordamos al Premio Nobel Santiago Ramón y Cajal, quien al reflexionar sobre su tarea afirmaba:
"Puesto que vivimos en pleno misterio, luchando contra las fuerzas desconocidas, trataremos en lo posible de esclarecerlo. Concluida nuestra labor, seremos olvidados como la semilla del turco. Pero algo nos consolará, al considerar que nuestros remotos descendientes, nos deberán un poco de su dicha, y que gracias a nuestro esfuerzo el mundo resultará algo más agradable e inteligible."
De este pensamiento se pueden extraer diversos y fructíferos planteamientos, como la profundidad de significado que conlleva, el hecho de que un científico positivista asuma la existencia inexcusable del misterio.