jueves, 11 de junio de 2009

Los clásicos

Solemos llamar “clásicos” en el ámbito de la cultura, a aquellos autores que han alcanzado la eternidad por sus méritos creadores, aquéllos que lograron el tan preciado secreto de la eternidad, gracias a su saber inmortal. Clásicos son los que han conseguido elaborar su concepción del mundo de tal manera, que por su capacidad de captación y expresión de los secretos de la existencia, siempre serán capaces de sorprender a sus lectores. De entre las muchas y valiosísimas cualidades que hacen que un autor se convierta en clásico, destacaremos las siguientes:

* Los clásicos son capaces de intuir “aquello” que el resto ni siquiera sabemos que existe, y por ello, a su vez, son capaces de comprender “aquello” que el resto de los mortales sólo podemos intuir.

* La capacidad de expresión de un clásico encierra en sus líneas, giros lingüísticos que siempre asoman a los abismos más soterrados de lo real.

* En un clásico siempre encontramos la apertura a un diálogo interminable, colmado de silencios significativos y sabias palabras.

* La obra de un clásico alberga un misterio indescifrable, para todo aquél que se aproxime a su obra, siendo ese misterio el que esconde celosamente la esencia inabarcable de su creación.

* La intuición genial del clásico nos plantea nuevas preguntas, de las que ni tan siquiera nos hubiéramos percatado por nuestros propios medios, y su grandeza reside en la posibilidad de ofrecer al lector de cualquier época, una respuesta a sus problemas existenciales básicos.

El tema es tan sugerente como interesante, y ante la imposibilidad de abarcar en este breve esbozo, todos los “porqués” del asunto, quedo a la espera de vuestras aportaciones, para completar todas las cualidades de los clásicos que a mí se me hayan quedado atrás...

27 comentarios:

Natalia Astuácas dijo...

Amigo hola cariño, me gustó tu escrito, aquí una aprende y sonríe.
Me gustó el listado de verbos entre el texto.
Un fuerte abrazo, cuiadte mucho.
La foito me pareció simpática y tierna.
Un beso.

Rubén Muñoz Martínez dijo...

Gracias Natalia por tu comentario, apenas hacía unos minutos que acababa de dejar el post.
Es bueno aprender y sonreir a la vez. Un beso.

Anónimo dijo...

y que te digo te expresar tan bien...
¿donde estaba tú metido?
tú darás que hablar...escribe muy bien, bueno y que conste que no es por peloteo...
venga un beso

Rubén Muñoz Martínez dijo...

Vangelisa, muuuuchas gracias por tus palabras! No sé qué decir ante semejante halago... muchas gracias, de nuevo.
Un beso!

Ernesto Cisneros-Rivera dijo...

Rubén:

Hace poco tiempo que tuve la fortuna de dar con tu blog y, de verdad, me encanta tu sabrosa forma de allegarte a los temas que nos ofreces. Dejabas de ser filósofo para estructurar de forma tan hermosa tu pensamiento.

Respecto de este tu artículo sobre los clásicos, sólo agregaría que éstos escapan a toda temporalidad y espacialidad, por lo que son actuales hoy, ayer y mañana. Con lo que se refuerza todo lo que afirmas.

Felicidades y recibe un fuerte abrazo.

Rubén Muñoz Martínez dijo...

Ernesto, muchas gracias por leerme y más aún por comentar mis textos.
Gracias también por tu aportación, con la que estoy totalmente de acuerdo. Los clásicos son quedan fuera del tiempo por su capacidad de tratar temas universales, y quedan fuera del espacio por su manera de tratarlos.
Nos leemos, y un fuerte abrazo para ti también. Y gracias.

P.D.: Hace tiempo que no acudo por tu blog a leer tus escritos, en cuanto tenga algo más de tiempo te haré una visita.

Lucas Esandi dijo...

Con la imagen me has dado pie, Rubén, a citar al propio Borges que en un artículo ("Sobre los clásicos") de Otras inquisiciones dirá:

«Clásico es aquel libro que una nación o un grupo de naciones o el largo tiempo han decidido leer como
si en sus páginas todo fuera deliberado, fatal, profundo
como el cosmos y capaz de interpretaciones sin término.

(...)

Clásico no es un libro (lo repito) que necesariamente posee tales o cuales méritos; es un libro que las generaciones de los hombres, urgidas por diversas razones, leen con previo fervor y con una misteriosa lealtad.»

Otro escritor argentino, Guillermo Martínez, citará esta misma idea de Borges en su artículo "Los juicios del tiempo" en su libro La fórmula de la inmortalidad.

Verás, amigo, que soy un borgiano confeso. Me alegro de que te hayan gustado las conferencias.

Me despido, no sin antes invitarte a leer el último artículo que colgué ayer en mi blog -meditatio mortis, como quien dice:

http://de-vita.blogspot.com/2009/
06/la-fuerza-del-destino.html

Rubén Muñoz Martínez dijo...

Lucas, me añegra leerte de nuevo por aquí... tus comentarios siempre me remiten a sitios nuevos, donde puedo aprender grandes cosas.
Borges es toda una figura. Es una de esas personas que me gusta escuchar, tengo un DVD con una amplia entrevista que se le hizo en un programa en España, hace años, y es muy hermoso escucharlo, aunque he de confesarte que dice cosas con las que no estoy de acuerdo en absoluto, pero lo bueno es que a pesar de esto, su figura me atrae indudablemente. Buscaré los textos a los que me remites y ya te contaré.
En cuanto pueda, te aseguro que también leeré tu texto y te dejaré un comentario, que espero sea al menos tan bueno, como los que tú me dejas por aquí.
Un abrazo!

Raquel dijo...

Es verdad que se enriquece cualquier encuentro con el intercambio de ideas. Cierras tu escrito invitando a otros para aprender en un constante reflejo de sugerencias. Te reconozco por ello. Has escrito de los clásicos y enlazas de una manera impecable las palabras intuir, comprender, expresión, diálogo, misterio, preguntas y respuestas; han quedado bordadas al significado de un clásico. Estoy convencida que cualquier elemento o juicio para describir o enunciar el significado de tal literatura, quedaría corto. Uno entra en la lectura y jamás vuelve a salir de ella, entonces el tiempo da muestra de su invalidez y se torna entonces la eternidad un elemento claro en el que los clásicos, son clásicos por un tiempo irredimible que nunca pasa y permanece por siempre.
Para ser sincera, me pesco la fotografía de Borges, mi autor favorito, pero al leerte, me he quedado impresionada por la forma en que escribes. Es un placer leerte Ruben.

Rubén Muñoz Martínez dijo...

Hola Raquel, está claro que como dices, cualquier encuentro se enriquece con el intercambio de ideas, y esa ventaja del mundo del blog, es una de las que yo intento aprovechar.
Por otro lado, gracias por tus bonitas palabras sobre mi texto y mi manera de escribir.
Sobre los clásicos siempre se puede decir "algo más", por eso son clásicos. Estoy plenamente de acuerdo.
Por cierto, tu comentario es muy completo y está dicho desde unas palabras realmente hermosas. Tú sí que escribes muy bien.
La foto de Borges es muy bonita y significativa, no me extraña que te haya gustado. No es casualidad que haya puesto un dibujo de Borges en este texto, últimamente me estoy acercando a su figura, porque quiero adentrarme más en su universo... si puedes dame alguna indicación al respecto.
Es un placer que me leas y leer tus palabras. Por cierto, intenté dejarte un comentario en tu blog y no pude. No sé si fue torpeza mía, o es que hay que utilizar una manera de comentar distinta a la habitual. Si puedes, dime cómo he de hacerlo.
Gracias por venir y sé bienvenida a mi espacio de "narración".
Un saludo!!

Ranzzionger dijo...

Interesante post, Rubén.
Para mí el factor principal para conocer o reconocer a un clásico es el tiempo. Por un lado está la perspectiva, todo clásico necesita cierto tiempo para ser considerado así. Quizás sólo los griegos tuvieron la capacidad y presunción de autorreconocerse como clásicos en su contemporaneidad; aunque, por supuesto, también se basaron en los "clásicos" anteriores. Eso me lleva a plantear que nosotros, desde nuestra contemporaneidad, no vamos a ser capaces de apreciar cuáles serán los clásicos que legaremos al futuro. A veces abusamos de este término para aplicarlo a cuadros, películas, libros. No quiero ser con esto apocalíptico y decir que nuestra época no dejará clásicos; pero sí que, a lo mejor, los que pensamos que lo son, no serán tomados así por las generaciones próximas. Recordemos que Cervantes apreciaba más entre su obra a "La Galatea". El otro sentido, que desde mi opinión, tiene el tiempo para el clasicismo, es el de la oportunidad. Tuve un profesor en mi adolescencia que decía que ser un genio es cuestión de puntualidad.
Un abrazo.

ordago13 dijo...

Sips los clásicos yo soy fan de muchos de ellos:
tolkien, roal dahl, michael ende, gabriel garcía marquez...

febade dijo...

Los clásicos desvelan la naturaleza que abarca e intima en nuestro interior.


Un saludo

rakyatindonesia dijo...

hola .. Soy de Indonesia ... lo siento, si mi español es el idioma bad.I READI su artículo, es bueno. Y me gusta tu blog y quiero ser tus amigos, y espero que visite mi blog y dejar tu comentario. si las dificultades en el lenguaje se puede usar google traductor para traducir mi entrada. gracias a los amigos.

indo-online dijo...

hola, tu artículo es genial. i como este y espero que quieras visitar mi blog.

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Rubén Muñoz Martínez dijo...

Ranzzionger, gracias por tu completo comentario, como siempre. Es cierto que la distancia es lo que nos marca quién es o no un clásico. Ésta es una condición inevitable para llegar a semejante valoración. Y respecto a lo de los errores de valoración, la propia historia nos advierte ya sobre esta situación. Un abrazo.

Rubén Muñoz Martínez dijo...

Ordago13, gracias por tu visita y por dejar aquí algunas palabras.

Rubén Muñoz Martínez dijo...

Febade, gracias por pasar por aquí y muy buena la definición que nos dejas de lo que es un clásico. Un saludo.

Rubén Muñoz Martínez dijo...

Rakyatindonesia, d´ont worry for the language. Thank you for your visit, and I´ll see your blog when I have time. See you!

Rubén Muñoz Martínez dijo...

Indo-online, gracias por tu visita. Me pasaré por tu blog. Un saludo.

CalidaSirena dijo...

Muy certeras esas frases que nos dejas sobre los clásicos..
Me gusta lo que descubro cada vez que entro a leerte..
Un beso muy cálido

Rubén Muñoz Martínez dijo...

Cálida Sirena, muchas gracias por tu consideración. Un beso para ti también.

Laura dijo...

No dejan de sorprendernos incluso en las nuevas re-lecturas que podemos ir haciendo de ellos.
Muy buen post.
Un abrazo

Rubén Muñoz Martínez dijo...

Helena, estoy a la espera de tu próxima entrada... ¿qué autor se deslizará sobre tu próximo post? Gracias por leerme, y efectivamente los clásicos nunca dejan de enseñarnos, cada vez que nos aproximamos a ellos nuevamente... por eso son clásicos. Un saludo.

A.M. Valero Lite dijo...

Completamente de acuerdo contigo.
Un clásico,aun sin ser consciente mientras lo lees, de todas las connotaciones que comentas en tu post y que me parecen ciertas, es aquél libro, que de alguna manera cambia tu vida (y no me refiero a tus costumbres o inclinaciones), sino a que cambia algo en tu interior.
Que te toca alguna fibra.
Que no te deja indiferente.
Que no olvidas.

Y que, encima, disfrutas como nunca leyendolo.

Gracias a los dioses, porque todavía podemos seguir leyendo a los "clásicos".

Un saludo.

Rubén Muñoz Martínez dijo...

Penélope, me gusta mucho cuando alguien retoma un antiguo post. Piensas como yo, la cuestión de los clásicos va diriga hacia lo interior y hacia lo que toca... ahí es donde hay que buscar.
Un saludo cordial para ti también.