martes, 8 de febrero de 2011

El don de la genialidad


¿El genio nace o se hace? Aunque podríamos discutir largamente sobre esta cuestión, todo parece indicar que el don de la genialidad viene dado desde la cuna. La genialidad parece ser una cualidad que se tiene o no se tiene. Pensamos que el genio posee una serie de cualidades innatas que le hacen ubicarse en la existencia de una manera totalmente distinta a como nos ubicamos el resto de los mortales.
Además, la capacidad creativa del genio alcanza niveles de realidad dotados de una inigualable profundidad significativa. Por ello, la obra de un genio nunca podrá ser asumida en su absoluta totalidad. La riqueza interior de estas obras inaugura un abismo imposible de sondear. En el interior de estas obras resuena eternamente el misterioso silencio de lo insondable, de aquello que nos constituye aunque ni siquiera seamos conscientes de ello.
O dicho en otras palabras, las obras de los grandes genios son inagotables. Su riqueza sobrepasa cualquier intento de comprensión de lo que reside en semejante interior. Dichas creaciones encierran en sus versos, melodías o pensamientos la fuerza del asombro inicial que provoca el temblor de lo esencial. La fuerza germinal de dicho asombro rompe la cotidianeidad e inaugura caminos que anuncian el porvenir de lo que aún está por acontecer.
Por todo ello, podemos pensar que la intuición ante el mundo y la capacidad de creación de estos grandes genios está fuera de toda duda. Estos seres iluminados tienen la capacidad de captar en su germen aquello que indefectiblemente terminará por desarrollarse y determinarnos desde lo más hondo de nuestro ser.

15 comentarios:

Unknown dijo...

los genios son seres dotados de una sensibilidad especial, en todo su sistema de percepción, en el caso de Dalì, desautomatizar las formas de ver el arte, con "su-rrealidades" y brindar recursos para artes afines, harán que como genio esté siempre en "La persistencia de la memoria". Saludos

Rubén Muñoz Martínez dijo...

claudia, tu respuesta enlaza muy bien con mi post. Gracias dejar tu huella.

Saludos.

Peri Lope dijo...

De ahí también el tormento que a veces sufre el genio, la persona incomprendida.

Saludos.

Rubén Muñoz Martínez dijo...

Peri lope, efectivamente la incomprensión es una causa innegable de tormento.

Saludos.

L.N.J. dijo...

Los genios no buscan nada, no se ensalzan ni se vanaglorian. No se dan a conocer de manera forzada, no presumen...
Son tan sutiles, que destacan por ello, por el arte que tienen sin comercializarlo tanto ni venderlo tanto.

La gente habla de ellos porque van de boca en boca, y así es como un genio tiene ese don de la genialidad. Son incomprendidos por su gran ingenio y sublime sensibilidad ante el arte.
Lo demás es todo, puro cuento.

Saludos.

Rubén Muñoz Martínez dijo...

L.N.J., atendiendo al sentido de la vocación pura de su quehacer, estoy de acuerdo contigo en el primer párrafo, aunque una vez reconocidos hay genios que se vuelven insoportables. También son humanos...
Respecto al segundo párrafo, pienso que efectivamente son incomprendidos porque la mayoría no alcanzan a entender su ingenio y matizaría que destacan por su inmensa sensibilidad ante la vida y el mundo y por su manera de canalizar en obra esta situación.

Saludos.

Natalia Astuácas dijo...

Querido amigo Rubén.
Un abrazo, espero estés muy bien.

Entiendo lo que decís, incluso no falta ser genio, solo con que seas diferente, artista, caminés contracorriente, o se te ocurra alguna buena idea te ves fuera del colectivo por el detalle que te hace ver hacia otro lado.

Impresionante.
Un abrazo.

Rubén Muñoz Martínez dijo...

Natalia, hay que seguir huyendo de aquello que nos mecaniza, de ese triste colectivo. Gracias por pasar.

Un abrazo.

Mamen dijo...

El genio tiene un talento extraordinario y se sale de lo que consideramos "habitual", pues sigue sus propios caminos y sus propias tendencias, que habitualmente no suelen coincidir con las del resto de las personas. Por eso nos equivocamos al tratarlos como "diferentes" y conseguimos que ellos se sientan incomprendidos.
Pero, salvando la enorme distancia, estoy de acuerdo con Natalia en que cualquiera que quiera ser uno mismo negándose a seguir las pautas marcadas por este "rebaño" al que suele llamarse "sociedad", enseguida se le encasilla como raro, inadecuado e inevitablemente se siente como la ovejita negra, completamente distinta al resto de tus congéneres.
Excelente texto, Rubén: Enhorabuena.
Un beso enorme y un fuerte abrazo.

Rubén Muñoz Martínez dijo...

Mamen, me alegra volver a verte por aquí. Veo que tienes una concepción del genio y una comprensión de la sociedad muy en la línea de lo que se desprende del texto. Gracias por enriquecer el debate con tu aportación.

Un beso y un abrazo para ti también.

Allek dijo...

Que tal! espero que estés muy bien..
después de algunos meses he regresado con un "Tornado"..
te dejo un fuerte abrazo!

Rubén Muñoz Martínez dijo...

Allek, un saludo para ti también.

Rubén Muñoz Martínez dijo...

Anónimo, intuyo que tus palabras nacen desde una reflexión autoconsciente del valor real del conocimiento. Sé bienvenida.

Un saludo.

Jacquie. dijo...

Rubén, gracias por tus palabras tan acertadas al leer mis cuatro líneas.

Es genio porque es único en lo que expresa. Como cada ser humano que sabe sacar lo mejor que tiene dentro y lo plasma sin más, sin darse cuenta si quiera ...y sin embargo es un génio.

Gracias por tu visita Rubén, nos leemos o.k.
Besos
Jacquie.

Rubén Muñoz Martínez dijo...

Jacquie, sigamos buscando esa plenitud.

OK, nos leemos.

Besos.