viernes, 12 de marzo de 2010

La quietud de la rosa

















“No la toques ya más,
que así es la rosa.”

Juan Ramón Jiménez

Estos versos del Premio Nobel de literatura andaluz, encierran en su decir una actitud sapiencial que debiera ser puesta en práctica sin más dilación.

La actitud impositiva del hombre contemporáneo se encuentra muy alejada del respeto por lo natural. Todo ha de alcanzar el modo de ser que la tan interesada actitud del hombre, impone sin compasión. La belleza debe quedar al alcance del bisturí, la producción natural se debe ajustar a la artificial estructura económica mundial y la riqueza bruta natural debe servir a la demanda universal. Por lo tanto, a estas alturas de los tiempos, pocos son los que no tocan a la rosa y la dejan ser “sin porqué”.

¡Qué distinta serían las cosas si no distorsionáramos la esencia de las mismas con nuestro actuar!

Juan Ramón y muchos otros ya advirtieron sobre esta verdad, pero como suele suceder cuando un sabio habla… solamente otros sabios atienden a su decir. Así, mientras la profunda y silenciosa reflexión de los sabios permanece en el olvido colectivo, la palabra alborotadora de los ignorantes se acrecienta “sin porqué”. ¡Ay!, ¡cuánto necesitamos de los sabios!

22 comentarios:

Mercedes Pinto dijo...

El progreso no debería llevar consigo tantos destrozos, no está justificado que para avanzar haya que aplastar lo que ya está bien como es. Pero, desgraciadamente, el progreso no parece estar siempre en manos de sabios, sino más bien de los intereses del poder.
Un abrazo.

Rubén Muñoz Martínez dijo...

Mercedes, esa actitud sería más conveniente, pero como decimos, el progreso no está en manos de los sabios.

Un abrazo.

Ángeles Hernández dijo...

Sí y no.
Algunas modificaciones de la naturaleza realizadas por el hombre,
hjan servido para aumentar su salud, su cultura, su sabiduría... ( los libros, el alcantarillado o la penicilina por poner algún ejemplo).

Pero entre una adaptación del medio para mejorar algunas concidiciones de vida y destrozar el equilibrio natural sin pensar cómo y cuándo, debería existri, como siempre, un honroso término medio que beneficiara sin dañar.

Un saludo

Jacquie. dijo...

Y las veces que se cambian las cosas porque sí, porque nos dá la gana, que mal.

Besos amigo, buena entrada.
Buen fin de semana
Jacquie.

Paloma Corrales dijo...

Pues seamos todos un poco más sabios, es una excusa casi universal pensar que el poder está en manos de quien mueve los hilos y por ello relajarnos hasta la laxitud como si ya no pudiéramos hacer nada; no es cierto, el compromiso empieza en uno mismo, y si alguien puede cambiar el mundo somos las personas que lo habitamos, es tan fácil parapetarse detrás de la no culpa porque otros tienen culpas más grandes... practiquemos, tú lo has dicho, y hagámoslo en nuestro universo más cercano (es un gran comienzo) y creo que habrá muchas más rosas que sean “sin porqué”.

Un beso, chico pensador.

Ps. me gusta que me invites a pensar ;-)

Mamen dijo...

Desgraciadamente así somos los seres humanos, no respetamos la naturaleza ni la inmensa belleza que ésta encierra. Únicamente nos dedicamos a destruir y, cuando nos demos cuenta de nuestro terrible error, puede que ya sea demasiado tarde.
Excelente texto que invita a la reflexión, Rubén.

Un beso y un abrazo enormes.

Néctar dijo...

Sabio aquel que sabe avanzar en las enseñanzas de otros sabios.
La quietud de la rosa es suave como el aroma de tus letras.
Gracias por tus palabras, mil rosas para ti

Néctares

Rubén Muñoz Martínez dijo...

Ángeles, me refiero justo a lo que tú planteas. Tenemos que manipular el medio para poder vivir, pero tampoco hay que pasarse.

Un saludo.

Rubén Muñoz Martínez dijo...

Jacquie, esa es la clave, no cambiar porque sí.

Besos amiga. Gracias por pasar.

Rubén Muñoz Martínez dijo...

Paloma, me apunto a tu planteamiento y espero no ser el único...

Un beso, mujer poetisa.

P.D.: Me gusta que te pases por aquí, para que pensemos en conjunto.

Rubén Muñoz Martínez dijo...

Mamen, intentemos contemplar el mundo desde la verdad y el respeto y aplicamos un buen trato a lo que nos rodea.

Um beso y un abrazo amiga.

Rubén Muñoz Martínez dijo...

Néctar, muchas gracias por tus hermosas palabras y sigamos aprendiendo de los sabios.

Besos.

Lucas Esandi dijo...

Si tocamos mucho a la rosa la deshojamos.
La rosa fue -es- para ser contemplada.
Siendo bella es epítome del mundo en su detalle infinitésimo; un cabal ejemplo de la belleza de la vida; símbolo predilecto de los seres sensibles.
Dante habla del Cuerpo de Dios como de una rosa.
Ya conocemos también el dístico de Silesius.
Yo, en cambio, remitiré la rosa de nuestro poeta:

«La rosa,
la inmarcesible rosa que no canto,
la que es peso y fragancia,
la del negro jardín en la alta noche,
la de cualquier jardín y cualquier tarde,
la rosa que resurge de la tenue
ceniza por el arte de la alquimia,
la rosa de los persas y de Ariosto,
la que siempre está sola,
la que siempre es la rosa de las rosas,
la joven flor platónica,
la ardiente y ciega rosa que no canto,
la rosa inalcanzable.»


JORGE LUIS BORGES


Y bien, un abrazo Rubén. Voy volviendo al ruedo.
Cariños desde Argentina,

Lucas

Rubén Muñoz Martínez dijo...

Lucas, cómo alegro de volver a leerte!! Pensaba que habías abandonado la blogosfera.
En efecto, la rosa está para ser contemplada, al igual que tantas otras cosas de esta vida; y en ese contemplar hemos de aprender...
Si aprendemos de verdad, nuestra acción posterior se realizará a la medida de los acontecimientos.

Lucas, gracias por acercarme estas, para mí, nuevas palabras de Borges y me alegro mucho de tu vuelta. Me alegro de poder volver a leer la profundidad de tus textos y comentarios.

Un abrazo.

Carmen Conde Sedemiuqse dijo...

Ay si pudiéramos creer que somos todo aquello que creemos ser...!! Hemos sustituido la naturalidad por la normalidad, dos cosas tan distintas...


Besos y amor
je

Lucas Esandi dijo...

Querido Rubén:
He subido un nuevo texto a mi blog, de manera que mi participación será más activa en lo sucesivo.
No has perdido tu actividad en la "blogosfera" como veo, lo cual me place.

Un abrazo, y seguimos en contacto,

Lucas

Conchi Guirao dijo...

La sabiduria es muy relativa, y dependendiente de muchos conceptos como entorno, lugar donde vivas, que se valora a nivel social en esos momentos...etc.

Rubén Muñoz Martínez dijo...

sedemiuqse, sigamos intentando caminar hacia la naturalidad, desde una perspectiva realista.

Besos, y gracias por pasar y dejar tu impresión.

Rubén Muñoz Martínez dijo...

Lucas, gracias por el aviso, hacia allí voy.

Un abrazo.

Rubén Muñoz Martínez dijo...

Conchi, creo entender el sentido de tu comentario, pero no estoy seguro de ello. La valoración que hagamos de la sabiduría puede ser relativa, pero en sí misma creo que tiene poco de relativa.

Un abrazo.

Conchi Guirao dijo...

Estoy deacuerdo contigo, en que la sabiduría en sí, dependiendo de dónde, como y quien o quienes la valoren, no es relativa...


Un beso Rubén.

Rubén Muñoz Martínez dijo...

Conchi, gracias por la aclaración. Ahora ya te entendí.

Un beso!