martes, 6 de julio de 2010

Soledad


La soledad que nos alcanza inesperadamente, vacía de manera insondable…

sin embargo, la soledad elegida para la creación y la reflexión, colma plenamente…

No obstante, es fundamental saber narrar acerca de ambas… aunque sea interiormente.

14 comentarios:

HUMO dijo...

De ese tipo de dualidades estamos llenos, es increíble como el contexto nos lleva a diferentes realidades, y ademas es tan subjetivo y rico.Un sentimiento podemos en el mejor de los casos idealizarlo o repudiarlo, asi de complejos somos, que maravilloso misterio!

besos!

=) HUMO

Mercedes Pinto dijo...

Conozco las dos soledades y, aunque llevan el mismo nombre, viven en polos opuestos.
Interesante y cierta reflexión.
Un abrazo.

José María Alloza dijo...

¿Existe la soledad?
Entre las dos polaridades de la aparente (¿falsa?) dualidad, tal vez encontremos la libertad, la autonomía, la verdad, la vida o cómo demonios quieran llamarlas según la fantasía del momento… O mejor dicho, el movimiento, la lucha, hacia ellas...
“ La verdadera tristeza de la soledad es que, lejos de estar solo consigo mismo, sufrimos la peor compañía, la presencia interiorizada de los otros, la ley del clan”. Decía un viejo Situacionista, allá por los años 70.
Un abrazo

Paloma Corrales dijo...

Es cierto, querido Rubén, pero tengo una puntualización acerca de la segunda ("la elegida para la creación y/o reflexión"), sobre ésta no tienes que saber narrar, la creación o la reflexión son su propia narración, su manifestación y su expresión.

Un besazo.

Yemaya dijo...

Tienes mucha razón, el saber narrar de ambas y haberlas sentido en la piel es un privilegio que todos deberíamos tener. Aunque una lastima y la otra reconforta.
Gracias por venir a mi rincón, me encanta que a pesar de haber tardado en volver hayas venido a dejarme tus palabras.
Un beso y un susurro grande

Rubén Muñoz Martínez dijo...

Humo, hay que saber aprovechar esa dualidad, ya que efectivamente somos un gran misterio.

Besos!

Rubén Muñoz Martínez dijo...

Mercedes, es una gran fortuna conocer las dos soledades, hay quien desgraciadamente sólo conoce la que vacía...

Un fuerte abrazo!

Rubén Muñoz Martínez dijo...

Amadeus, la soledad es un estado existencial, por llamarlo de alguna manera, que bien entendido, ofrece un mundo de posibilidades por recrear. Efectivamente, la soledad es una y siempre la misma, pero nosotros la dotamos de distintas significaciones.

Un abrazo!

Rubén Muñoz Martínez dijo...

Paloma, me apunto tu matización, muy interesante.

Un beso!

Rubén Muñoz Martínez dijo...

Yemaya, yo también me alegro de verte nuevamente por aquí. Absolutamente todos deberíamos tener ese privilegio. Nos leemos!

Un abrazo!

Lucas Esandi dijo...

Aquí el gran Lope:

«A mis soledades voy,
de mis soledades vengo,
porque para andar conmigo
me bastan mis pensamientos».

Querido Rubén, contesté tu comentario sobre Eliot en mi blog dándote mayores referencias sobre el silencio y la palabra.

Un abrazo grande y ...
«the rest is silence».

Rubén Muñoz Martínez dijo...

Lucas, tus conocimientos siempre tan pertinentes. Lope y Shakespeare, ¡vaya pareja!
Iré a ver esas referencias que me dices.

Un abrazo!

Unknown dijo...

saber narrar la soledad...qué problema...al menos existe la posibilidad de hacerlo interior-mente, con cierta omnisciencia.me gustó mucho

Rubén Muñoz Martínez dijo...

Claudia, la narración es complicada, pero saber disfrutarla es toda una experiencia...

Me gustó encontrar tu huella.

Saludos.