miércoles, 30 de junio de 2010

El caso Perelman: la fama de la verdad

Hace un par de semanas saltó a la noticia un matemático ruso que se había negado a recoger el premio que le fue otorgado por la Fundación Clay -y la dotación económica de un millón de euros que el mismo trae consigo-, al haber resuelto uno de los denominados enigmas matemáticos del milenio (la “Conjetura de Poincaré”). Lo curioso del caso es que el problema fue resuelto por un matemático que ni tan siquiera ejerce dicha actividad profesionalmente, sino simple y llanamente por puro interés personal, algo admirable y difícil de encontrar en los tiempos que corren.
En 2006 al citado matemático, Grigori Perelman, ya le fue concedida la Medalla Fields por la resolución de dicho enigma. Este reconocimiento, equivalente al Nobel de las matemáticas, igualmente fue rechazado. Para mayor asombro ha de saberse que el genio ruso consiguió alcanzar esta resolución, sin mantener contacto alguno con el mundo académico oficial. El matemático apenas mantiene correspondencia con otros colegas, por lo que habría sido capaz de resolver el enigma de una manera solitaria y en un anonimato absoluto. La resolución matemática pudo ser conocida por todos, gracias a que Perelman publicó sus resultados en internet.
Al parecer, Perelman vive en un pequeño apartamento de San Petersburgo junto a su madre, donde ambos subsisten de la escueta pensión de viudedad de la señora y de lo poco que consigue ganar con algunas clases particulares. ¿Estaremos ante la figura de un auténtico sabio, preocupado únicamente por la verdad del conocimiento?
Una vez más nos hallamos ante una complicada y delicada frontera, que nos hace pensar en la ya manida pregunta: ¿Genialidad o locura?

“No necesito nada.”
Grigori Perelman

18 comentarios:

Haideé Iglesias dijo...

No sabía que ser honesto equivale a estar loco... :))) Ay...

La respuesta igual la encuentras en los últimas entradas que estoy subiendo en el blog de fotografía... muy aleccionadoras... Y las subo con toda la intención a ver si despertamos...
Un abrazo veraniego :))

Rubén Muñoz Martínez dijo...

Haideé, yo sólo planteo la cuestión, no la afirmo, también con la intención de buscar el despertar.
Iré a leerte.

Un abrazo.

P.D.: Personalmente admiro la actitud de Perelman, de ahí el post...

Sabina dijo...

que interesante... pero, será que no me gustan las ciencias y menos las exactas. prefiero el idealismo y el surrealismo. buena nota. un beso.

Carlos dijo...

Casi todos los genios tienen un punto de locura. Éste en concreto tiene mucho de esa locura ermitaña, pero hay que reconocer que es un sabio de nuestros tiempos.
Saludos.

Rubén Muñoz Martínez dijo...

Sabina, yo también soy más de lo cualitativo que de lo cuantitativo, pero hemos de intentar mantenernos cerca de cualquier forma de saber.

Un beso y gracias.

Rubén Muñoz Martínez dijo...

Carlos, no sé si los genios tienen un punto de locura o es que el resto no estamos a la altura de su comprensión de las cosas. Me inclino más bien por lo segundo.

Un saludo.

Man dijo...

He entrado a conocer la dichosa Conjetura y la he tenido que dejar. Verdaderamente lo que me interesa en este caso es el hombre.
No es una caso único en la historia ese desapego a lo crematístico ni tampoco comprendo que es lo que pasa por la mente de un hombre para rechazar un reconocimiento, de los demás, por un trabajo bien hecho.
No hay nada más hermoso que poder ganarse la vida disfrutando con lo que te gusta hacer, sea cantando tangos o resolviendo peliagudos problemas.
Hay de todo en la vida.
Gracias por tu visita a mi blog

Conchi Guirao dijo...

Hayyyyy!!!!

Locura y genialidad yo diría que son sinónimos!!

Un beso Ruben

Rubén Muñoz Martínez dijo...

Man, como a ti, lo que realmente me interesa de este "caso" es el hombre.
Y estoy contigo plenamente es la idea de que un aspecto fundamental para ser feliz es hacer lo que a uno le gusta.

Gracias por pasar y un saludo!!

Rubén Muñoz Martínez dijo...

Conchi, me alegro de leerte nuevamente por aquí. Desde luego que hay aspectos de la locura y la genialidad que se tocan. No lo niego, no lo niego...

Un beso!

Amelia Díaz dijo...

Tu huella en mi blog me ha permitido llegar al tuyo.
Voy a seguir leyendo y descubriéndote, pero aquí quería dejar un comentario:

Las matemáticas son pura poesía y belleza. Son más, mucho más cualitativo que cuantitativo (no hablamos de "contabilidad").
Sólo con ver los hermosos fractales, aunque se sea lego en la materia, basta para intuir lo hermosas que pueden llegar a ser...

Aunque, bueno, no es ese el tema que se trata en este momento.

Ha sido un placer encontrar un blog tan bien escrito !!!

Besos de una poetisa y profesora de matemáticas, que se gana la vida dando clases particulares...

AME

Rubén Muñoz Martínez dijo...

Amelia, me ha encantado tu comentario, cargado de mucho contenido, que se va expandiendo en su lectura.

Gracias por abrir nuevas ventanas.

Un beso.

Amelia Díaz dijo...

De nada.
Me quedo.
No perdería este blog por un descuido tonto...te enlazo.

Besos.

Rubén Muñoz Martínez dijo...

Amelia, pues se bienvenida entonces. Nos leemos!

Besos.

Paloma Corrales dijo...

A mí me recuerda a este cuento que adoro, creo que es anónimo, nunca encontré el autor.

"Un hombre liberó a un genio de una lámpara. Y para cumplir con la tradición el genio le concedió tres deseos.
- Pide tu primer deseó buen hombre.
El hombre dudó unos instantes y dijo:
- Quisiera tener la suficiente sabiduría e inteligencia para saber elegir mis otros dos deseos.
- Concedido – dijo el genio – Dime ahora, ¿cuáles son tus otros dos deseos?
El hombre se quedó pensativo y tras una breve reflexión, contestó:
- Gracias, no tengo más deseos."

Un beso.

Ana Trigo dijo...

"Omnia mea mecum porto" o "Todo lo que poseo lo llevo conmigo" que diría el sabio, lo que me recuerda al mito de su invulnerabiidad. Es interesantísimo tu blog, me hago seguidora, un saludo!

Rubén Muñoz Martínez dijo...

Paloma, esa actitud es la actitud del sabio, de aquél que sabe qué es lo verdaderamente importante. Me recuerda a la famosa frase de Gandhi: "No es más ´feliz es el que más tiene, sino el que menos necesita." o al comentario de Sócrates: "Cada vez que voy al mercado, me doy cuenta de todas las cosas que no necesito." Sabios...

Un beso y gracias por hacernos llegar ese magnífico cuento.

Rubén Muñoz Martínez dijo...

Ana, bienvenida a mi blog. Al igual que le he dicho a Paloma, te digo que como bien dices esa actitud es la del hombre feliz que ha alcanzado el saber auténtico.
"¿Que necesitas?", le dijo Alejandro Magno al sabio, y éste respondió: "Échate a un lado, que me quitas la luz del sol." Aprendamos, pues, de todos ellos.

Un saludo!