viernes, 23 de mayo de 2014

El definito encuentro entre el Ensayista y la Poetisa (Correspondencia VIII)


Mi querido Ensayista,
tras varios meses desde nuestro último encuentro, tu recuerdo no me ha abandonado y por ello ahora vuelvo a buscarte. Esta vez seré clara y sincera desde el principio y por ello comienzo ofreciéndome tal cual…
Hace ya mucho tiempo que no sé de tu existencia. Tras varios meses de profunda meditación, me he visto forzada a intentar reanudar nuestra relación.
He estado leyendo tus textos y he quedado profundamente sorprendida por la profundidad de tus pensamientos. He desnudado mi alma de prejuicios y me he bañado en tu obra, gozando una experiencia que aún desconocía.
Sin temor a equivocarme, podría decir que no sólo fuiste mi lector más fiel sino el que jamás haya profundizado más en mi creación, lo cual me halaga y además me estimula sobremanera.
La admiración se ha hecho recíproca. Siempre he vuelto a ti cuando me he visto perdida y siempre me he sentido iluminada. Ahora, más que nunca, desearía poder compartir algún nuevo instante contigo, pero en esta ocasión me encantaría que fuera de modo íntimo. El sentimiento que se ha despertado en mí brota con la fuerza de lo insondable, y ahora sé que nuestro anterior encuentro me unió para siempre a ti y que no debí haberte dejado marchar.
Besos.
P.D.: Inquieta, espero tu respuesta...

Mi querida Poetisa,
quedé gratamente sorprendido al recibir una nueva carta tuya, después de tantos meses. Al leerte nuevamente me he dejado acariciar por tus apasionadas palabras y he vuelto a admirar tu valentía. Hace tanto que pienso en ti y he pensado tantas veces en nuestro encuentro… sin embargo, finalmente has sido tú la que te has atrevido a dar este paso.
Como ya te dije alguna vez, tu capacidad poética sólo está al alcance de unos pocos afortunados. Como bien sabes, tus versos provocan un despertar pasional, a través de un tacto cargado de deseo. A mí también me encantaría compartir ese instante al que aludes finalmente, ese instante que ya compartimos una vez y que hoy sólo queda como un recuerdo lejano...
Un beso.
Indudablemente, continuará...

8 comentarios:

Paloma Corrales dijo...

Vuelven a encontrarse, quizá ahora tengan que desaprenderse para recomenzar, o tal vez la huella que se dejaron ha tejido un hilo invisible que le une para siempre.

Me gusta.

Besos, una tonelá.

Rubén Muñoz Martínez dijo...

Paloma, parece que el destino crea ciertas circunstancias que obligan inevitablemente a un final necesario.

Me alegro que te guste.

Besos.

MAR dijo...

RENACER a la poesía, al sentir, a la sensiblidad ante la vida.
Un abrazo grande para ti.
mar

Apple dijo...

hey buen blog!

la manera en que escribes es genial!
seria y genial!
gracias por pasar a mi blog!

vaya que los libros y la escritura son algo verdaderamente pasional!

te paso a seguir!

un saludo

Mercedes Pinto dijo...

Me alegra que el ensayista y la poetisa hayan reanudado su relación después de un tiempo en silencio. Veremos si no mueren de amor.
Un abrazo.

Rubén Muñoz Martínez dijo...

Mar, ojalá renazcan con una fuerza definitiva...

Un abrazo.

Rubén Muñoz Martínez dijo...

Apple, gracias a ti por pasar por aquí. Me alegro de que te haya gustado!!

Nos leemos!

Rubén Muñoz Martínez dijo...

Mercedes, la relación ha renacido y quizás sea precisamente para morir de amor...

Un abrazo.