viernes, 23 de mayo de 2014

El ensayista y la poetisa (X)


La correspondencia que a continuación se expone, en la cual se vislumbran íntimos detalles del anunciado encuentro, es la única carta que poseemos sobre ese dichoso momento.


Mi querida Poetisa,

nuestro enlace del otro día ha dejado un estigma inolvidable en mi persona. Me encantó verte llegar con la luz del sol y perderme contigo en la oscuridad de la noche. Jamás hubiera podido imaginar que un nuevo enlace contigo, me haría descubrir el origen pasional desde el que brota la naturaleza misma.
Tu admirable valor hizo que me entregase a todas las formas propuestas por tu deseo pasional. Desde esta entrega admiré tu manera de desgarrar tu vestimenta y mostrarme tu interior, en un esbozo maravilloso de explosión creadora. Me sentí dichoso de poder contemplar la omnipotencia abarcante de tu persona, me sentí dichoso de ser el espectador privilegiado de tu acción más intima. Ante la belleza de tu quehacer, quedé envuelto en un silencio que todavía sostiene mi respiración.
Preciosa Poetisa, ahora como nunca, sé que estás cargada de una desbordante sensualidad y de un maravilloso erotismo, digno de la contemplación más elevada.
Creo que ha llegado el momento de avanzar decididamente hacia la intimidad. A partir de este momento, tal y como hice repetidas veces la otra noche, déjame llamarte por tu nombre… Lucía…

Besos.

P.D.: El destino está finalizando está partida y nos está enfrentando con toda su voluptuosidad. Ahora soy yo quien necesita de tu presencia y de toda la expresión de tu amor.



Mi queridísimo Ensayista,

yo todavía no me atrevo a llamarte por tu nombre, el cual sólo fui capaz de pronunciar el otro día, en el instante explosivo en donde desembocó mi esencia. Ahora he entrado en un inquietante estado de intranquilidad, donde me siento perdida ante tu pensamiento.
Ayer no pude dormir en toda la noche, pensando en nosotros. En la distancia volví a pasar la noche contigo, aunque tu presencia se redujese esta vez a la cercanía inmediata de tu obra. Esta vez pasé la noche leyéndote y sintiendo tu pensamiento. Tras una cena ligera y un sereno baño caliente, empecé a pensar en tu obra y ni tan siquiera pude conciliar el sueño. La gravedad de tu reflexión me hizo desnudarme totalmente ante tu obra, buscando reordenar algunos pensamientos. Con el amanecer caí rendida frente a tus textos, esbozando una postura que no sé reproducir.
Sinceramente adoro la forma que tienes de escribir, como adoro la forma que tienes de leerme. He de resolver unos detalles y te puedo asegurar que en unos días te escribiré.

Mientras tanto, te dejo un beso cargado de profundidad.

20 comentarios:

Sabina dijo...

esto me es tan familiar...
gracias por hacerme recordar a un buen hombre. espero que esta historia acabe como la mía con "él"... sin final, por que lo que está predestinado a encontrarce a lo largo de las vidas no puede acabar.
un beso.

Mercedes Pinto dijo...

El ensayista y la poetisa han probado la carne y su amor se ha vuelto más físico. Ahora, al menos él, la llama por su nombre, toda materia tiene nombre. Deberán pasar esta estapa tan pasional para volver a serenarse.
Interesante las lecturas que nos traes de este amor.
Un abrazo.

Tatiana Aguilera dijo...

Mercedes dice que deberán pasar la etapa pasional, y yo opino, que la pasionalidad y sensualidad son parte de la esencia de la poetisa, es eso lo que atrapó al ensayista...Creo que tu relato, puede tener varios capítulos más, no es verdad?, imaginación te sobra.
Un abrazo.

Mariángeles (VERA) dijo...

Prefiero que me llamen poeta...

Rubén Muñoz Martínez dijo...

Sabina, interesante perspectiva la tuya. Gracias a ti por pasar y dedicar un rato. Ya veremos cómo termina este destino...

Un beso!

Rubén Muñoz Martínez dijo...

Mercedes, parece que toda esta historia va aterrizando en "lo realmente real", por ello empiezan a aparecer nombres y cuerpos entrelazados. De momento, la pasión ha estallado algo voluptuosamente.
Gracias por tus aportaciones.

Un abrazo.

Rubén Muñoz Martínez dijo...

Taty, parece que sabes leer entre líneas estupendamente y que conocieras el interior de la poetisa. Ya veremos qué nos deparan ambos.

Un abrazo.

Rubén Muñoz Martínez dijo...

Vera, tomo nota...

Luis Arturo Cerón dijo...

Una poetisa de la que fluye pasión no podía menos que dejar un estigma inolvidable en la persona de ese ensayista, la verdad, no podría ser de otra forma.

Un agrado leerte y espero saber más de este amor entre letras.

Gaspar

Rubén Muñoz Martínez dijo...

Gaspar II, un placer tenerte por aquí y que sigas el rastro de esta historia.

Un saludo.

Andri Alba dijo...

Ea, erotismo no le falta a esta correspondencia. Amor tampoco, es delicioso.

Un abrazo fuerte, y gracias por compartirlo.

Ah, una cosita, podrías darme el link de lo que escribiste el año pasado, es que así me ayudarías a que fuera más rápido a leerlo.

Ta luego,

Andri Alba

Rubén Muñoz Martínez dijo...

Andri, el amor está compuesto por varios aspectos distintos, que en su totalidad de lo definen. Por ello, una vez ha estallado el amor no podemos obviar ni el cariño, ni la sensualidad, ni la sexualidad...
Un abrazo fuerte y gracias por leerlo.

Te dejo el link: http://narracionesinteriores.blogspot.com/2009/05/el-acto-de-escribir-o-de-desnudar-el.html

Nos leemos!

Paloma Corrales dijo...

Cachis en la mar... juraría que había comentado este capítulo, de hecho venía a leer tu respuesta, definitivamente soy un chorlito.

Ya sabes que esta historia me atrapa y me seduce, ahora todo parece evolucionar hacia la necesidad física, pero en realidad es una relación al revés, ellos primero se desnudaron interiormente...


Me gusta Rubén, me gusta.

Besos y besos.

angels dijo...

Llego con una historia empezada, me siento discreta en la ultima fila, para ponerme al día... pienso que si ya me gusta sin saber, si sé me encantará.

Rubén Muñoz Martínez dijo...

Paloma, un fallo lo tiene cualquiera.
Se nota que has entrado en esta historia desde el principio. Tu lectura es muy profunda.

Me gusta que te guste.

Besos.

Rubén Muñoz Martínez dijo...

angels, me alegra mucho leer comentarios tan entusiasmados. Quedo a la espera de tus nuevas lecturas. Observar es desear saber y saber es tener la opción de disfrutar.

Un saludo.

Anouna dijo...

Me ha gustado mucho esta historia, ¿Cuántas habrán así?
Veo que he llegado al capítulo X, voy a comenza ya a ponerme al día, quiero enterarme de todo, incluso quiero saber Cómo terminará.

Me atrapóoo!!!

Muchos saludos desde Chile. Anouna

Rubén Muñoz Martínez dijo...

Anouna, me alegra tu entusiasmo por esta historia, que aún está por resolver...

Saludos y se bienvenida.

Mamen dijo...

Por fin el ensayista y la poetisa han pasado de idealizarse a conocerse carnal, íntima y pasionalmente.
Lo único algo extraño es que después de una experiencia tan íntima y tan intensa continúen sin llamarse por sus verdaderos nombres, son dos personajes bastante peculiares en el modo de tratarse el uno al otro (epistolarmente, claro).
Sigo esperando la próxima entrega, me muero por saber el desenlace de tan fascinante historia.

Mil besos y un fuerte abrazo.

Rubén Muñoz Martínez dijo...

Mamen, lo inevitable ha sucedido... y la falta de nombres, ha sido un intento de permanecer vírgenes de alguna manera, pero ya todo parece apuntar a "lo mismo", el amor se está haciendo más real que nunca.
Me encanat tu pasión por esta historia. Gracias por tu atención.

Besos!